lunes, 22 de septiembre de 2014

LOS REFINADOS... REALMENTE TOXICOS?

Nuestro modo de vida actual ha transformado la manera en que producimos los alimentos. Existe un tipo de alimentos que no tienen valor nutricional y a la larga pueden generar problemas para la salud. Es el caso de los productos refinados como azúcar, sal o harinas, que pueden detonar enfermedades.
 
La sal refinada es básicamente cloruro sódico, debido a que otros elementos que la componían como minerales esenciales, fueron considerados innecesarios. Por lo tanto la sal natural y el cloruro sódico que se consume actualmente, no comparten ningún parecido.
Además, se sabe que al cloruro sódico se le añade yodo y flúor. El yodo, por ejemplo, se considera tóxico cuando sobrepasa el mínimo necesario y es añadido a la sal refinada porque se supone que mejora la función de la tiroides. Por otra parte, el flúor que se considera uno de los elementos más radiactivos que existen, se añade porque evita la caries.
 
La comida chatarra que emplea para su fabricación la sal refinada, representa un riesgo para las enfermedades cardiovasculares porque su consumo equivale a entre 8 y 20 veces más que el consumo máximo recomendado.
 
Por otro lado, se encuentra el azúcar refinada que en sí misma no puede considerarse un alimentos, pues es una sustancia química que se extrae de fuentes vegetales como, la caña de azúcar o la remolacha, alimentos a los que les extrae el jugo y elimina toda la fibra y proteínas que forman el 90 por ciento de estas plantas.
 
Con el objetivo de limpiar el líquido que contiene el azúcar, se añade cal y la reacción química elimina casi por completo, las proteínas; se añade dióxido de carbono para acelerar el proceso de la cal y el líquido azucarado se transporta a través de tubos que filtran las impurezas. Al final se le agrega sulfato de calcio y ácido sulfúrico que decolora la mezcla hasta volverla casi blanca.
 
Al final, las azúcares refinadas son causantes de obesidad, provocan un desequilibrio nutritivo y caries. Sin embargo, los edulcorantes químicos también son dañinos e incrementan el riesgo de padecer cáncer, especialmente aquellos como el aspartame, la sacarina y ciclamatos.
Así que el azúcar refinada no aporta prácticamente, ningún beneficio a la alimentación humana, sólo aporta energía.
 
Por otra parte, la harina refinada, ha ido deteriorando la calidad del pan. La harina blanca que se produce es prácticamente almidón y contiene una ínfima cantidad de los nutrientes del grano original.
Por otra parte, los tratamientos químicos sobre el grano dan como resultado la formación de un subproducto llamado aloxano, que se emplea en la industria de la investigación médica para producir diabetes en ratones sanos.
 
En lugar del consumo de pan blanco se recomienda, el consumo de pan de centeno y el pan integral.
 
En cuarto lugar se encuentra el arroz refinado, que según los investigadores de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard, en Estados Unidos, causa aumentos bruscos en los niveles de glucosa en la sangre, lo cual representa un riesgos para el desarrollo de la diabetes.
 
En último lugar, se encuentra la leche de vaca pasteurizada. La pasteurización es el proceso de destrucción de las bacterias beneficiosas, junto con las malas y la destrucción de enzimas esenciales para la absorción de nutrientes.
La principal causa de alergias en los niños, según la Academia de Alergia, Asma e Inmunología de Estados Unidos, obedece a la pasteurización de la leche, que es rica en grasas saturadas y colesterol.
Dicho esto... decidan ustedes mismos sobre los refinados... lo que está claro definitivamente, es que cuanto menos se consuman, mejor.
 
 
 

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